La negociación sobre el tercer rescate a Grecia se complica. Alemania y Finlandia encabezan el núcleo duro que se resiste a llegar a un acuerdo y en el que también participan Eslovaquia, Eslovenia, Bélgica.

Especialmente dura está siendo la postura del titular de finanzas finlandés, muy presionado por sus socios del eurófobo partido de los Finlandeses Auténticos, que amenazan con dejar caer el Gobierno si éste entrega fondos a Grecia. "Nadie está bloqueando el acuerdo, todos estamos buscando una solución constructiva. Lo que decimos es que las condiciones presentadas por los griegos, simplemente, no son suficientes".

Este grupo de países quiere más ajustes, privatizaciones, reforma de las administraciones públicas y del mercado laboral a cambio del rescate. La troika cree que Grecia necesita 74.000 millones de euros, 20.000 más de los que pide Atenas.

De esa cantidad, 25.000 serían para recapitalizar parar a los bancos. Sólo 8.000 se destinarán a impulsar la economía, el resto se dedicaran a pagar a los acreedores. A cambio del rescate, Grecia ofrece un paquete de ajustes de 13.000 millones de euros.

Pero los países más escépticos no confñian en que Atenas  implemente las reformas prometidas. Por eso exigen que el Parlamento griego apruebe esta misma semana los ajustes para demostrar su compromiso.

Lo proponía el ministro de finanzas italiano: "El principal obstáculo para avanzar es la falta de confianza, así que me gustaría que el Gobierno griego empezara a tomar medidas concretas a partir de mañana en el Parlamento".

Italia y Francia encabezan el grupo de apoyo a Grecia, formado también por Chipre y la Comisión Europea. En declaraciones a medios italianos, Mateo Renzi ha dicho que humillar a un socio como Grecia, que ha cedido en casi todo es impensable. Por eso, trasladará a Merkel su negativa a que Grecia salga del euro. Lo hará esta tarde en la reunión de jefes de estado y de Gobierno de la moneda única.