Del total de la deuda de las administraciones en los nueve primeros meses del año, 741.029 millones se correspondían a valores a medio y largo plazo, 74.078 millones a valores a corto plazo y 205.574 millones a créditos no comerciales, así como emisión de moneda y caja general de depósitos.

Los datos tienen en cuenta la nueva metodología del Instituto Nacional de Estadística, que toma como base el año 2010, y que introduce elementos de cálculo como un nuevo cómputo de la I+D+i y actividades ilegales como drogas y prostitución, lo que ha elevado el PIB y ha hecho reducirse el porcentaje de deuda respecto al mismo. Con dichos cambios, el PIB se ha elevado en 26.193 millones en el último ejercicio y suma ahora 1,049 billones.

Por tanto también ha bajado el porcentaje de deuda respecto al PIB que el Gobierno contempla para este año, y que ha pasado de 99,5% a 97,6%. En los últimos datos desagregados por administraciones, correspondientes al segundo trimestre de este año, la mayor parte de la deuda correspondía al Estado (un 86,4% del PIB), seguido por las comunidades autónomas (22,3% del PIB) y los ayuntamientos (4,1% del PIB).

El endeudamiento público se ha triplicado desde que comenzó la crisis económica, y ha pasado de suponer un 36,3% del PIB en 2007 a acercarse al 100% actualmente. Esta deuda se elevó por primera vez por encima del billón de euros el pasado mayo (1.002.739 millones).

El ministro de Economía, Luis de Guindos, ha venido achacando la subida a los déficit públicos acumulados, las medidas específicas como el pago a proveedores o el Fondo de Liquidez Autonómico, que facilita fondos a las regiones pagar sus deudas, y cuestiones como el programa de asistencia financiera para los bancos españoles.

Según un estudio histórico del Fondo Monetario Internacional (FMI), la deuda pública española superó o rozó el 100% del PIB entre los años 1900 y 1909, tuvo su nivel máximo (149% del PIB) en 1881, año en el que se empezó a contabilizar, y su mínimo en 1975 (7,3% del PIB).