Arrecian las voces para que los eurodiputados españoles devuelvan el dinero atesorado en el fondo de pensiones europeo. No es el único que lo reclama, hay una campaña en Internet y otros candidatos socialistas que piden lo mismo.

‘Infolibre’ desvela cómo se aprobó el ya llamado Eurochollo. 17 de los miembros de la mesa del Europarlamento que presidía el español Enrique Barón dieron su OK. Y luego diez de ellos, incluido Barón, corrieron a apuntarse. El tema se manejó en secreto, pero todos los beneficiarios estaban al tanto.

Todos los inversores recibían información puntual en su casa de qué se hacía con su dinero, un dinero según los que saben 100% público. Hace quince años todos los meses el Parlamento le daba a cada eurodiputado unos 600 euros para gastos de oficina. Con el OK del Parlamentario la mayor parte terminaban invertidos en el fondo.

Luego la institución triplicaba esa aportación con más dinero público y por si acaso en cada legislatura, aprobaba cantidades importantes para mantener a flote el sistema, que de otra forma habría sido inviable. Un torrente de dinero mensual para centenares de parlamentarios, que muchos piden vuelva al punto de origen, las hoy exhaustas arcas europeas.