Tremendo lo que pasó antes y durante la final del 400 metros vallas del Campeonato de Francia de atletismo. Wilfried Happio, atleta galo, logró la victoria corriendo tuerto y sangrando después de haber recibido una paliza minutos antes de la prueba.

Todo sucedió en su calentamiento, en una pista de las instalaciones del Liceo Malherbe que estaba situada a 500 metros del Estadio de Caen, lugar de la final.

Ahí se le acercó un desconocido, que le preguntó quién era. Cuando le dijo que sí, que era Wilfried Happio, se abalanzó sobre él y le golpeó varias veces.

El atleta, de 1,88 metros de altura y más de 80 kilos, resistió hasta que llegó Olivier Valleys, su entrenador, que hizo huir al agresor.

Quedaban 20 minutos para que empezase la final. A pesar de sus problemas en su ojo izquierdo compitió tan solo con el derecho, sangrando por la nariz y con gran dolor. Se puso un parche y comenzó a correr.

Logró un 48.57, la quinta mejor marca de su país en los 400 metros y la mínima para el Mundial de julio en Oregón.

"No quiero hablar de eso. El caso está en proceso y hay gente competente con el tema. Reconozco que con un ojo es más complicado, pero estoy feliz por lograr la mínima. Cumplo con la temporada", dijo tras la prueba.