Preciosa imagen la que se vivió este domingo en Zúrich (Suiza) durante el concierto de Andrea Bocelli.

El cantante italiano, consciente de que Roger Federer estaba presente en las butacas, le pidió a la "leyenda viviente" que subiera al escenario para acompañarle.

Fue entonces cuando le dedicó el aria 'Nessun Dorma' de Giacomo Puccini y el extenista no pudo contener la emoción y rompió a llorar.