Los cuartos de final de Indian Wells que disputaron Alexander Zverev y Carlos Alcaraz tuvo unas invitadas totalmente inesperadas: unas abejas. Y obligaron a detener el partido durante bastantes minutos debido a que ni los jugadores ni el público podían estar en la pista.

Todo comenzó en el tercer juego del primer partido, con empate a uno en el marcador. Los jugadores, molestos por las abejas, pidieron detener el partido. El público se marchaba de la grada.

Las abejas se habían colocado en varias cámaras de la pista. Con Alcaraz refugiado en el vestuario, Zverev esperaba en la zona de calentamientos jugando en el fútbol.

Y entonces apareció el héroe de la noche: un apicultor. Con una especie de aspirador se acercó a las abejas, colocadas en una cámara, y solucionó el problema para que el partido se siguiera jugando.

Alcaraz se llevó la victoria en un partido en el que volvió a sacar su mejor tenis. Sólo perdió cuatro juegos ante un Zverev maniatado. Y ya está en semifinales de Indian Wells, torneo en el que defiende título.