Un hombre se salta la valla y accede a la pista de un hipódromo. Ha ocurrido en Nueva Zelanda. En plena carrera, el aficionado entró a la pista cuando los caballos pasaban por esa zona. La destreza de los jinetes, que logran esquivarle, evitó lo que podía haber sido una desgracia.

"Fue impactante, tenía la esperanza de que se quedara quieto y que no se moviera", afirma Jonathan Parkes, uno de los jinetes de la carrera. Y es que el hombre estuvo apunto de ser arrollado por los caballos,que cabalgaban a una gran velocidad.

Los asistentes no daban crédito a la locura de un hombre puso en peligro su vida y la de los jockeys. "¡Oh dios mío, sal de ahí!", gritaron algunos mientras grababan atónitos la escena. El individuo, que fue detenido por la policía al acabar la carrera, celebró su gravísima y peligrosa acción de la que milagrosamente salió ileso.

Y Josep Pedrerol cerró tajante: "Premio al tonto más tonto".