La Ryder Cup disputada en Francia y en la que Europa se impuso a EEUU será recordada por todos los aficionados que acudieron al Le Golf National y, muy a su pesar, por una pareja de franceses.

Y es que Corine Remande, uno de los cientos de aficionados presentes en el campo, recibió un fuerte bolazo por parte de Brooks Koepka. El jugador norteamericano realizó una salida con su madera y la bola acabó golpeando en la cabeza de Corine.

"Sucedió tan rápido, que no sentí ningún dolor cuando me golpearon. No sentí que la bola hubiera golpeado mi ojo y luego sentí que la sangre comenzaba a derramarse. La exploración del viernes confirmó una fractura de la cavidad del ojo derecho y una explosión del globo ocular'', aseguró Corine a AFP.

"En el mejor de los casos, le han dicho que podrá ver formas cuando el edema sea reabsorbido dentro de un mes", explicó Raphaël, el marido de Corine.

El propio Koepka se disculpó tras lo ocurrido y lamentó haber golpeado a Corine.

"No quieres golpear a nadie en la cara y menos a una mujer. No es una buena sensación. Es difícil controlar una bola de golf, especialmente a 300 yardas de distancia. Puedes gritar pero no importa porque a esa distancia no puedes oírlo", indicó Koepka.