El Pittsburgh - Philadelphia de la NHL tuvo unos protagonistas inesperados. Antes del partido, unos pingüinos entraron en el estadio, una idea de la organización que acabó saliendo rematadamente mal.

Cuando los fuegos artificiales saltaron, los pingüinos huyeron aterrorizados, buscando una escapatoria que no encontraron hasta que les sacaron del hielo.

La organización animalista 'PETA' (Personas por el Tratamiento Ético de los Animales) emitió un comunicado en el que criticaban a la liga de hockey hielo estadounidense por este uso "inapropiado" de los animales.

"Es muy estresante para animales salvajes estar enjaulados, ser usados como marionetas y estar expuestos ante una multitud ruidosa, con o sin explosivos", argumentaba la organización.

El grupo ha pedido a la organización que no vuelva a usar a los pingüinos con estos fines. El zoo que dejó estos animales a la NHL se defiende alegando que fue "una oportunidad de enriquecimiento" para los pingüinos, que son "introducidos a nuevos sonidos y aromas".