Destructivos huracanes de nivel 5, el más alto que existe por vientos de hasta 250 kilómetros por hora que no solo han afectado a carreteras, sino también a importantes recintos deportivos del país.

Un conocido circuito de carreras situado en Misouri quedaba totalmente destrozado a tan solo unos días de una importante prueba automovilística.

Todo después de una noche de pesadilla en la que casi 50 tornados pulverizaban gran parte de las instalaciones. Eso ha llevado a la suspensión temporal de la carrera, no solo por los daños, sino por lo que todavía puede venir.

Un infierno que ha llevado a las autoridades a decretar el estado de alerta por una situación que afecta a dos millones de personas.