Marc Márquez ha vuelto a tener sus más y sus menos con su moto. El seis veces campeón de MotoGP ha dejado una imagen para el recuerdo haciéndole una peineta a su Honda. El de Cervera salvaba una caída durante la práctica 2 y su reacción era de frustración y desesperación con la moto.

Los problemas de estabilidad están siendo un auténtico dolor de cabeza, no sólo para Marc Márquez si no para todos los pilotos de Honda. La escudería japonesa no parece dar con la tecla que solucione la situación.

"Esperaba sufrir, no tanto, honestamente, esperaba sufrir, pero por eso había que ir convencido, enseguida al salir he visto la realidad de la situación, casi me caigo ya en la curva 7, luego algunos sustos más", dijo tras la sesión.

El pasado fin de semana durante el Gran Premio de Mugello, Márquez firmó un gran segundo puesto en la clasificación del sábado que luego no pudo aprovechar el domingo para hacer una buena carrera. El español, como tantas y tantas veces esta temporada, se cayó y no pudo sumar puntos.

La situación es crítica y Marc ya ha dejado claro que quiere volver a ganar. Empezar a conseguir puntos es la máxima prioridad para el piloto español y si no lo consigue en Honda podría buscarse otra escudería.