Por fin ha podido saborear Jorge Lorenzo una victoria a lomos de la Ducati. El balear se impuso con claridad en el GP de Italia, en la casa de su marca, pero a pesar de su alegría reconoció lo que era un secreto a voces en el paddock: su marcha. "En los próximos dos años llevaré otra moto", afirmó.

"Tengo un sabor agridulce porque ojalá hubiera llegado esto algo antes, y ojalá los ingenieros hubiesen confiado en mí algo más. Quizá así la historia hubiera cambiado y tendría dos o tres victorias más, pero a ver qué pasa hasta final de temporada. Sabía que iba a ganar aquí, pero puede ser que sea demasiado tarde. En los dos próximos años llevaré otra moto", dijo.

Jorge Lorenzo admite que hay algo que le faltaba en la moto: "Salía primero y estaba ahí muchas vueltas pero siempre pasaba algo. Al final me han dado lo que necesitaba para tener más energía y estar cómodo. Jorge Lorenzo nunca miente, siempre dice la verdad. Ahora piloto más fluido y descanso más los brazos".