A diferencia de Carlos Sainz, Lewis Hamilton no saldrá desde la última fila en el Gran Premio de Turquía. Cambiará motor como el español, sí, pero de una manera algo diferente porque las flechas de plata no modificiarán toda la unidad de potencia.

Así lo ha justificado Andrew Sholvin, jefe de ingeniería de pista de Mercedes, en declaraciones a 'Sky Sports F1': "Estamos simulando todas las carreras hasta el final de año y existe el equilibrio y el riesgo de un problema de fiabilidad".

"Obviamente, lo que definitivamente no quieres hacer es fallar durante una carrera y luego tener que sufrir una penalización de todos modos", ha indicado, haciendo hincapié en el "componente de rendimiento".

"Las unidades de potencia pierden un poco de fuerza a lo largo de su vida. La penalización de 10 puestos es lo que más contribuye a ese elemento de fiabilidad y el rendimiento con el motor de combustión interna. Es mejor sancionar diez lugares que comenzar desde atrás", ha detallado.

Hamilton recibirá una sanción de diez posiciones en parrilla. En la jornada de este viernes, en los primeros entrenamientos libres, ha demostrado estar preparado para llevarse la pole. En ese caso partiría desde la undécima posición.

Max Verstappen, que sí cambió la unidad de potencia completa en Sochi y partió desde el final, de momento no ha demostrado que pueda aprovechar esta ventaja. Terminó a más de seis décimas del piloto inglés y mostró su enfado en las declaraciones posteriores: "No tenemos un buen rendimiento y de momento no sabemos por qué".