Carlos Sainz ha salido ardiendo de Austria. El español sufría una rotura de motor que ha terminado en llamas y que le ha obligado a abandonar el Gran Premio. Un golpe muy duro para el Campeonato de Pilotos.

Sainz estaba a punto de alcanzar a Verstappen. Que le iba a adelantar estaba claro. El de Red Bull tenía muchos problemas de degradación y los Ferrari tenían un gran ritmo. Así pues, Carlos tenía el segundo puesto asegurado, pero quien sabe si habría podido hacerse con la victoria, ya que Leclerc ha terminado con muchos problemas en su monoplaza.

Hasta ahora, Ferrari les había dado luz verde para luchar, tenían"libertad total". "Tal como están las cosas en la actualidad, son libres de luchar", aseguraba Mattia Binotto durante la rueda de prensa previa al sábado en referencia a los 11 puntos que separaban a los pilotos.

Sin embargo, el cero de Sainz y la victoria de Leclerc cambia las cosas. Ahora, el monegasco se pone segundo del Mundial con 170 puntos y a 38 de Verstappen. Carlos se queda rezagado por detrás de Pérez con 37 puntos de diferencia con su compañero de equipo.

Ferrari no creía que fuese hora de imponer órdenes de equipo, no mientras no hubiese uno que pusiera distancia de por medio. Al final, el objetivo de Ferrari es ganar el Mundial de Constructores y que uno de sus pilotos lidere su campeonato.

De esta forma, el resultado de hoy puede cambiar las tornas, puede que ahora sí haya órdenes para favorecer a Leclerc y que este pueda arrebatarle el liderato a Verstappen, aunque todavía queda muncho mundial por delante.