Mercedes está lejos, lejísimos, de ser ese coche dominante que fue en su día. De ser ese coche que se paseaba por cada Gran Premio de 2014 a 2020. Está, de hecho, lejos incluso de poder pelear tanto por victorias como de llegar con frecuencia al podio. Todo, tras esa fatídica prueba en Abu Dhabi 2021, tras ese concepto fallido de cero pontones de 2022. Todo, tras una sucesión de malas decisiones que incluso han convencido a Hamilton para marcharse a Ferrari.
Tal es la magnitud del problema que hasta Toto Wolff, su jefe, ha admitido que la solución es más bien compleja. Que hasta la persona que busca convencer a Max Verstappen para dejar Red Bull, el equipo ganador, para enrolarse a los de la estrella ha reconocido que pinta todo más bien feo.
Tan feo que ha dejado una frase que lo deja más bien claro: "Newey es un ingeniero increíble... pero ahora mismo hasta el mejor de los magos tendría complicado poder resolver nuestros problemas".
"El rendimiento no es lo bastante bien. Esto es lento, insatisfactorio. Los demás dan siempre esos pasos hacia adelante", dice en 'Sky Sports'.
Y sigue: "Esto es molesto. Siempre volvemos a caer en las mismas situaciones. Siempre ocurre el mismo problema. No hay ni explicaciones ni excusas, es que no es lo bastante bueno".
El ejemplo a seguir lo tienen claro: Toca seguir desarrollando y a ver si seguimos ese camino tan correcto que tuvo McLaren en 2023".
Tribunales
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