Fernando Alonso está en Baréin comenzando su primer día de test con el RS18. Un coche de hace dos años, el último con el que Carlos Sainz corrió antes de ocupar el asiento vacío que el asturiano dejó en McLaren.

Carlos Sainz acabó décimo en el Mundial de 2018 y, aunque la escudería fue cuarta en el Mundial de Constructores, el español aseguró el pasado viernes en la rueda de prensa del GP de Imola que el coche no era "fácil de conducir" y que fue cuestión de trabajo duro lograr adaptarse a él para acabar con buenos resultados al final del año.

"Ese coche no me gustaba a principios de temporada, me costó adaptarme. Es un coche complicado de llevar, que no me daba buen 'feeling' en entrada de curva y, hoy en día, en la F1 si no tienes confianza en entrada de curva con el tren trasero es muy difícil ir rápido", explicó Sainz del monoplaza que está usando Alonso para recuperar sensaciones.

"Me costó encontrar el 'set up' del coche, pero creo que al final de curso conseguí rematar el año y demostrar mucho mejor mi potencial", añadió el madrileño. Y es que, para despedir la temporada, logró terminar sexto en Abu Dhabi.

Bien es cierto que las gomas de los monoplazas influyen mucho en los tiempos, las frenadas y la forma de entrar a las curvas dependen en gran parte de los neumáticos, de esta forma, al no ser los mismo que los 2018, las sensaciones podrían variar.

También pueden haber cambiado las piezas aerodinámicas del coche y, por tanto, es difícil comparar sensaciones, y Carlos es consciente de ello: "Es verdad que no fue un coche fácil. Pero creo que las ruedas van a cambiar, de las ruedas de test a las que usamos aquel año, igual el coche cambia por completo. También habría que saber qué especificación de alas va a llevar, el suelo, cosas que todavía no sé".

Sin embargo, el objetivo de estos test sin límite de kilometraje es que Alonso recupere sensaciones y confianza sobre el monoplaza, por lo que el RS18 es más que suficiente para que el asturiano siga haciendo kilómetros y se adapte cuanto antes a volver a estar tras el volante de un fórmula 1.

"Estoy seguro que aun así, después de dos años fuera de la F1, ese coche era rápido, no estaba a más de 1 segundo por vuelta que los coches que llevamos este año, así que le va a impresionar igual, como le impresionó en Barcelona cuando volvió a subirse a un coche de F1", zanjó Sainz.

Y es que, tras el 'filming day', Alonso confesó que el coche era más rápido que él y que aún le faltaba mucho para llevarlo al límite. Razón por la que quiera seguir haciendo test y esté intentado convencer a la FIA para que esta permita a Renault que Fernando pueda ir a los test para jóvenes de Abu Dhabi con el RS20, algo que ni McLaren ni Racing Point van a ponerle fácil.

"Apenas un día y medio de test de pretemporada por piloto y no se puede preparar así un campeonato", aseguró algo molesto Alonso en el GP de Imola. El español tiene mucho trabajo por delante para tratar de conservar las sensaciones en el asfalto y poder trabajarlas en el simulador.