Fernando Alonso no ha vuelto. No ha vuelto porque nunca se fue. Se fueron eran los coches. Los coches competitivos. Porque desde 2012, desde ese año en Ferrari en el que estuvo peleando por el Mundial hasta la última carrera, no ha tenido el bicampeón un monoplaza tan capaz como el Aston Martin. Uno que le pone en podios, en la lucha por la pole... y a saber si también por victorias.

Sí, mucho tiempo llevaba el asturiano sin saborear tan dulces mieles. Porque lo de McLaren-Hondafue lo que fue, y lo de Alpine, sobre todo en el último año...

Fue un cúmulo de problemas, que solo tenía él, y que le obligaron a abandonar en no pocas carreras. En algunas, perdiendo una gran cantidad de puntos. Y eso por no hablar de la 'gran amistad' quetenía Esteban Ocon con él en la pista.

Pero ahora todo ha cambiado. En Mónaco, se quedó a 84 milésimas de la pole, y ya es la tercera primera línea que cosecha en apenas seis carreras. En las otras, cuatro podios... y en esta a saber si sube uno, o dos, escalones en el cajón.

"Siempre tuve confianza en mi pilotaje"

Por ello Alonso dejó un mensaje en la rueda de prensa de la FIA: "Siempre tuve confianza en mí. De sobra, quizá de más. Pero va en mi ADN".

"Es una demostración par los de fuera. Para los nuevos, que han venido en 2014 y que solo me han visto pelear por entrar en Q3 o retirarme en carreras con humo en la parte de atrás del coche", dice.

Y lo tiene claro: "Les sorprenderá ver que estoy luchando delante... pero yo estoy disfrutando. Es más divertido que los nuevos vean que somos rápidos".

Sí, lo son. Son muy rápidos. Tanto quehasta Lewis Hamiltonse ha sumado al 'Team 33' y se quedó alucinando con la tremenda vuelta de Alonso en la clasificación de Mónaco.