Hamilton hizo historia en el GP de Eifel tras igualar el número de victorias de Michael Schumacher, pero lo que resta de temporada va a seguir haciéndolo, en primer lugar por superar esa cifra y por igualar al alemán los siete mundiales. Y todo esto cuando todavía le queda media vida en el circuito. Sin embargo, el eterno debate sobre si es o no mejor que Schumacher ha empezado a enfadar al británico, especialmente por aquellos expilotos que se niegan a querer ponerlo entre los grandes nombres de la historia de la Fórmula 1.

"No creo que debas comparar a nadie por la forma en que hacen las cosas. Me llaman la atención muchas personas, en particular los pilotos mayores. Tienen una obsesión. No sé por qué. Tal vez algún día lo superen", explicó Hamilton tras la carrera.

El problema de comparar a los mejores pilotos de la historia es que son épocas distintas, coches y motores distintos. En la época de Prost y Senna, o en la época de Lauda y Hunda, eran pilotos en igualdad de condiciones que vivieron pelea tras pelea tratando de ser realmente mejores pilotos, no dependían de si su coche era más rápido o tenía mejor aerodinámica, etc.

Pero los tiempos cambian, y es hora de asumir que no se puede comparar a un piloto de la era híbrida con cómo era antes, al menos eso piensa Hamilton: "Yo respeto el pasado y a las leyendas de esa época, incluso a las que hablan de mí de forma negativa todo el tiempo. Todavía las tengo en alta estima, porque sé que fue muy difícil, ya que era una época diferente de la historia".

La tecnología avanza y los motores evolucionan, y por tanto la forma de correr y de ganar los campeonatos, pero todo ello hay que saber hacerlo e ir adaptándose.

"Nuestra responsabilidad como pilotos mayores es hacer brillar una luz lo más fuerte posible. Fue increíblemente difícil para ellos, y siguen siendo las leyendas que eran entonces. Dentro de 20 años, o los que sean, cuando mire atrás, puedo prometerles esto: no voy a hablar mal de ningún joven piloto que esté saliendo adelante y tenga éxito", zanjó visiblemente molesto Hamilton.