Ferrari sigue hacia adelante. En una temporada, en un Mundial de F1, con la evolución como factor clave para deshacer toda la igualdad existente tras Red Bull, los italianos miran a Imola y ya han probado en Fiorano ese brutal paquete nuevo con el que llegarán a San Marino.

Todo, en unas jornadas de filming day en las que hemos podido ver ese guardabarros para mejorar la visibilidad en lluvia en una sesión sin agua que a saber si termina o no implementándose en carrera. Ahora hemos visto algo más. Hemos visto mucho más.

Porque han puesto en pista esas novedades. Esas interesantes novedades 'a lo Red Bull' para, cosas de la vida, batir a Red Bull.

Fondo plano, alerón delantero, aberturas de radiador...

Es un paquete importante. Es con el que quieren dar ese paso que se necesita para ganar y poner fin al imperio de un Verstappen que ya cedió el trono en Miami. Lo hizo también en Australia, pero ahí no pudo ver la bandera a cuadros.

Para ello, para ganar, no han escatimado en gastos. Nuevos pontones, fondo plano con mayor carga, alerón delantero renovado, aberturas en el radiador más finas... La mayor parte de la evolución, en la zona inferior con un rediseño casi total.

Unos difusores nuevos, a lo Aston Martin. Una que querían tener lista para Suzuka pero que no pudo ser. Una que tendrán lista en Imola.

Porque en Japón llevaron cosas, pero no. Ahora llega todo lo bueno. Ahora llega el momento clave para Carlos Sainz y para Charles Leclerc. Porque Imola, porque la primera carrera en Europa, es clave para todos.

Para Ferrari. Para Aston Martin. Para Red Bull. Y sí, también para un equipo McLaren que se adelantó a todos llevando en Miami un paquete brutal de mejoras cuando nadie se esperaba que lo hicieran.

McLaren...

Les salió bien. Ganaron. Ganaron a Red Bull. Ganaron a Verstappen. Y lo hicieron en pista. Lo hicieron en un cara a cara entre Norris y Max que dio a Lando su primera victoria en Fórmula 1.