Carlos Sainz ha sentido verdadero miedo en el coche por, tal y como cuenta, una "situación realmente peligrosa". El madrileño de McLaren se ha visto envuento en un accidente múltiple en Mugello, en el GP de la Toscana, que pudo derivar en una auténtica tragedia como pocas veces se recuerdan en la historia de la Fórmula 1.
Sucedió cuando el 'safety car' afrontaba su sexta vuelta, en la que todos debían volver a la normalidad. En ese instante, Latifi, Magnussen, Giovinazzi y Sainz colisionaron entre ellos.
"Dios mío, qué peligroso", le dijo Sainz a su ingeniero mientras se dolía de la muñeca izquierda.
Por suerte, todos los pilotos se bajaron por su propio pie de sus destrozados monoplazas en Mugello. Dirección de carrera mostró bandera roja hasta poder recobrar la normalidad en la pista.
Bottas y el propio reglamento, en el punto de mira
Todas las miradas apuntan a Valtteri Bottas en las primeras investigaciones. El finlandés, por ser líder, es el que marcaba el ritmo cuando hay 'safety car' y es él quien acelera o frena dependiendo de lo que le venga mejor. Eso sí, el reglamento, en casos como este, también está bajo la lupa.
Con todos apelotonados, Giovinazzi decidió tirarse por donde no había opción posible. Tras él, Magnussen y Sainz no pudieron salvar al piloto de Alfa Romeo y se originó el caos.
"Esta situación no se debe volver a repetir"
Sainz agradece que todos estén bien: "Es una situación muy peligrosa, me ha recordado a algo que pasó en 2019 y que no quiero recordar ahora. Cuando vas a 200 por hora y te encuentras coches parados en pista... Esta situación no se debe volver a repetir".
"En la segunda mitad de la carrera pensamos que se había relanzado, pero luego tuvimos que frentar todos y ha habido un efecto dominó. Todos se han abierto y me he encontrado todo de frente. No se lo deseo a nadie", dijo Carlos Sainz.
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