Marc Márquez se fue de Austria con la sensación de que bien pudo lograr mucho más. En la sprint, cuando iba segundo, se fue al suelo; en la carrera larga, tras un problema con su neumático, tuvo otro en la salida y perdió diez posiciones. Aún así, el domingo, cuarto.
Cuarto y con un gran ritmo. Con uno similar al de las 'super Ducati' de Pecco Bagnaia, Enea Bastianini y Jorge Martín. Cuarto, de nuevo, tras las motos del 'equipo A' de la marca italiana.
Una vez concluida la prueba, el piloto de Gresini reconoció que lo que les pasa, que les lleva pasando siempre, es algo que cada vez arreglan con mayor premura.
"Siempre hemos tenido el mismo problema. Pero aquí, y en Silverstone, hemos entendido cómo arreglarlo rápido", afirma.
Eso sí, necesita más pruebas: "Lo digo con la boca pequeña. A ver si en Aragón y en Misano seguimos así".
"Aquí además hemos tenido una carcasa diferente, a ver qué pasa con la buena. Con la que se corre", sentencia Márquez.