A pesar de proseguir inmersos en una cuarentena que no sabemos hasta cuando se postergará, y mientras el Comité Olímpico Internacional no diga lo contrario, los Juegos Olímpicos arrancarán en cuatro meses.

Para la cita en Tokio multitud de deportistas tienen que continuar su preparación desde casa en lugar de en los centros de alto rendimiento debido al confinamiento instaurado por los distintos gobiernos del planeta.

Ante esta tesitura, y para no perder el ritmo de entrenamiento, la gimnasta holandesa Sanne Wevers, junto a su hermana, han pedido que les llevasen a casa una barra de equilibrios, que han tenido que meter en casa por la ventana dadas sus dimensiones. Cualquier dosis de ingenio es suficiente para paliar las consecuencias de la cuarentena.

Muchos deportistas olímpicos han mostrado su malestar debido a la situación existente y a la proximidad de la cita olímpica. Las deportistas españolas Mireia Belmonte, Lydia Valentín y Carolina Marín son algunas de las que se han manifestado para pedir soluciones al considerar que no estarán en igualdad con respecto al resto de deportistas en Tokio.