Hay esperanza para el futuro. Mientras padres y madres se dedican a insultarse y a pegarse en algunos partidos de sus hijos, los niños demuestran un 'fair play' que deberían tener también los adultos. El siguiente ejemplo es un claro caso de esto de lo que hablamos.

Sucedió en un partido entre niños en Córdoba, cuando el árbitro pitó penalti a favor de uno de los dos equipos. El chaval, sabedor de que no era, tomó una decisión.

Decidió fallarlo, haciendo válida la frase de penalti que no es, penalti que se falla. Lo tiró manso al centro, como un pase. El portero no tuvo problemas en detenerlo.

El vídeo en cuestión lo ha compartido la cuenta de la Guardia Civil con este mensaje: "Ante las lamentables imágenes de algunos padres que en ocasiones vemos en los campos de futbol; lección de este niño de Cordoba que se vio favorecido por un penalti injusto".