El Spal de Ferrara remontando se impuso en casa, por 2-1, a un Juventus Turín falto del portugués Cristiano Ronaldo, con lo que aplazó el "Scudetto" (título liguero) del conjunto turinés en la Serie A italiana, al que le bastaba un empate para ser matemáticamente campeón con seis jornadas de antelación.
Sin Cristiano, Leonardo Bonucci, el croata Mario Mandzukic ni el bosnio Miralem Pjanic, que descansaron en vista de la vuelta de los cuartos de final de la Liga de Campeones contra el Ajax, el Juventus se fue al descanso por delante en el marcador (0-1), pero fue remontado por el Spal con dos goles en la reanudación.
El equipo del técnico Massimiliano Allegri, que suma 20 puntos de ventaja sobre el Nápoles, segundo, todavía puede ser campeón este fin de semana, si el conjunto napolitano tropieza este domingo no gana en su visita al Chievo Verona.
Y eso que el encuentro había empezado de la mejor manera para el Juventus, que se adelantó a la media hora de juego gracias al sexto gol consecutivo de Moise Kean, a sus 19 años la gran sensación del momento, que formó en delantera junto al argentino Paulo Dybala. Kean vio puerta con la selección italiana ante Finlandia y Liechtenstein, y también marcó contra Empoli, Cagliari y Milan, antes de la diana de este sábado en el estadio Paolo Mazza.
Pero el cuadro turinés, en el que también jugaron los juveniles Paolo Gozzi o el cipriota Grigoris Kastanos, bajó la concentración en la reanudación y su pasividad fue castigada por un cabezazo de Kevin Bonifazi (1-1, m.49) y por el veterano Sergio Floccari (2-1, m.75).
Si el Spal estaba hambriento de puntos por su lucha por la salvación, el Juventus estaba más enfocado en la cita europea del próximo martes; y eso se reflejó en las decisiones de Allegri, que tras recibir el gol del 1-1 dio paso a otros dos juveniles, el inglés Stephy Mavididi y el italiano Hans Nicolussi.
Así, el conjunto juventino estará pendiente de la visita del Nápoles al Chievo Verona, en la que un tropiezo napolitano le entregaría el título a los turineses. De ganar el Nápoles, a los hombres de Allegri le bastará un punto el próximo sábado en casa contra el Fiorentina, uno de sus rivales históricos, para coronarse con su octavo título liguero consecutivo.