Rigobert Song, exjugador de Metz, Galatasaray y Liverpool, entre otros, ha reconocido en una entrevista con 'L'Equipe' que si sigue vivo es gracias a su perro. El camerunés, de 40 años, sufrió un ictus que le tuvo varios días en coma y dice que de haber tardado más en socorrrerle no se habría podido hacer nada por su vida.

"Si no llega a estar mi perro no lo cuento. Empezó a ladrar como un loco, sin parar. Vino el casero, alarmado, y llamó a emergencias", dijo.

El exjugador también achaca su supervivencia a la fortuna: "Tuve suerte al caer de lado. No me tragué la lengua".