Los gritos de Tanasis Zilos han paralizado al fútbol griego. Tres encapuchados le asaltaron en su coche frente a su domicilio.

Los árbitros griegos han anunciado una huelga indefinida para mostrar su apoyo a Zilos. No arbitrarán hasta que se tomen medidas para terminar con la violencia en la Superliga griega.

Una competición en la que son habituales las imágenes de violencia y en la que hemos llegado a ver al presidente del PAOK amenazar con una pistola a un árbitro.