El presidente del Levante UD, Quico Catalán, consideró "una vergüenza" el arbitraje sufrido en San Mamés, donde su equipo cayó por 3-2 después de que, en su opinión, hubiese tres decisiones "inadmisibles" en contra del conjunto granota.
"Es una vergüenza lo que ha ocurrido hoy en este campo. Perdemos el respeto al fútbol. Yo que soy un enamorado del VAR, no me creo el VAR", dijo, enfadado, Catalán.
El presidente del Levante se quejó de tres jugadas, "el gol anulado" a Coke en un remate de cabeza a saque de córner por arrollar a Iago Herrerín con 2-0 en el marcador, "una mano clarísima en la primera parte de Iñigo Martínez que tuvo que ver el linier" y el penalti del descuento "precedido de un fuera de juego" y que transformó Iker Muniain en el 3-2 definitivo.
"Son ya siete partidos y diez decisiones que nos ha perjudicado y esto es fútbol profesional en el que nos la jugamos todos. Ahora hay gente llorando en el vestuario y gente llorando en su casa", lamentó.
"Hasta ahora siempre he dicho todo con educación pero ahora como si me quieren meter 500 partidos. Es una vergüenza. El árbitro -José Luis Munuera Montero (Comité Andaluz)- cuando vea las jugadas en casa se echará las manos a la cabeza. ¿Y el árbitro del VAR?", continuó Catalán.
Quien también se quejó de "un error ante el Leganés" y "el penalti a Casemiro", entre otras jugadas con las que está disconforme de otros "partidos anteriores".