Partido de la Primera Regional Juvenil de la Comunidad Valenciana entre el Jove Español 'B' y el Santa Pola. Falta en el centro del campo rozando el final del partido y estalla una tangana en la zona de banquillos.

Tal y como relata el conjunto de San Vicente del Raspeig (Alicante), un jugador de 18 años del equipo rival propinó "una brutal agresión" a un futbolista del cuadro local sin estar el balón en juego.

"Le pegó un codazo de arriba a abajo al cuello de nuestro jugador", explica el entrenador, que recuerda perfectamente las palabras de su pupilo: "Dadme agua que me encuentro mal".

También lo que hizo acto seguido el agresor: "Se tocaba sus partes y se reía. Se mofaba diciendo 'Maricón, he sido yo' y se reía".

Mientras, los compañeros del agredido yacían desconsolados: "Llorando todos, son chiquillos de 17 años... ver a tu compañero como se te va... Es complicado".

Esta acción quedó recogida en el acta arbitral: "Quedó inconsciente debido a un golpe el cual desconozco teniendo que ser atendido y retirado por una ambulancia".

Por su parte, el Comité de Competición ha emitido un comunicado: "El jugador estuvo en riesgo vital por la agresión (...) perdió la consciencia tras la agresión y empezó a convulsionar".

De hecho, el informe médico afirma que se encontraba "desorientado en persona, tiempo y espacio. Refiere no saber cuando se le pregunta por su nombre, dónde está o qué ha pasado".

El joven futbolista, que sufre una "contusión fuerte cervical", apenas recuerda lo sucedido: "Noté cómo me bajaba la sangre del cerebro".

Mientras que la madre del menor ya ha denunciado los hechos ante la Guardia Civil, se espera una sanción ejemplar de la Federación de Fútbol de la Comunidad Valenciana (FFCV).