El Manchester United comenzó de forma brillante al vencer por 2-0 al Manchester City en el primer derbi inglés que se jugó en el extranjero. El duelo entre ambos equipos ingleses se disputó en el NRG Stadium de Houston, campo del equipo local de los Texans de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL) ante más de 64.000 espectadores, que también vieron como el entrenador portugués José Mourinho le ganó otro pulso al español Pep Guardiola.

Los goles del partido llegaron en el minuto 37 de la primera parte por mediación del delantero belga Romelu Lukaku, el gran fichaje del verano del Manchester United, que controló el balón con la cabeza ante la salida del portero brasileño Ederson Moraes y luego de pierna izquierda sin apenas ángulo, pero a puerta vacía, lo colocó en el fondo de la red. E

l francés Paul Pogba fue el que se encargó de ponerle el balón a Lukaku en un gran pase que le dio en profundidad para superar a la defensa del City que fue siempre el talón de Aquiles de su equipo. Apenas habían pasado dos minutos del gran gol conseguido por Lukaku, el joven delantero Marcus Rashford, que en la jornada previa había dicho que el partido para él iba a tener la misma intensidad que los derbis que se juegan en Inglaterra, logró el 2-0 con un remate potente de pierna derecha al superar a su marcaje y batir por bajo a Ederson.

El Manchester United, dirigido por Mourinho, se imponía en todas las facetas del juego con una excelente posición en el campo, pases largos que superaron a la defensa del Manchester City que veía como se tenía que ir al descanso con la desventaja de 0-2. La segunda parte, como se esperaba sirvió para que Josep Guardiola, el entrenador del Manchester City sacase a ocho jugadores nuevos tras el descanso y ahí se acabó el partido, aunque de nuevo fue el Manchester United el que más propuso con su juego ofensivo.

Como resultado, Lukalu volvió a ser protagonista al sacar un disparo potente con la izquierda para mandar el balón a que pegase en toda la cruceta de la portería defendida por Moraes ya batido. El 3-0 no subió al marcador, pero el Manchester City tampoco fue capaz de conseguir el gol del honor porque Guardiola siguió con los cambios, hizo hasta ocho, y el Machester United, con Mourinho, que también introdujo a nueve jugadores nuevos en la segunda parte, fue siempre el equipo que mostró mejor forma, más disciplina con más fútbol individual y de equipo.