En un Giuseppe Meazza entregado, el Inter de Milán confirmó su presencia en la final de la Champions League. Trece años después volverán a luchar por la orejona. Lo harán con la condición de tapado. El favorito saldrá de la otra semifinal entre Manchester City y Real Madrid.

Lautaro Martínez reinó y el Inter sacó billete para la cita de Estambul. Allí buscará la cuarta de su historia. Y para ello volverán a necesitar al mejor Lautaro, sin duda su estrella.

Ni con el resultado en contra fue capaz el Milan de poner en aprietos a un Inter que tuvo las más claras. Sobre todo en la primera mitad. El potero Maignan evitó que los interistas se marcharan al descanso con ventaja. Lautaro y Dzeko eran una pesadilla en ataque.

Sólo Leao, ausente en la ida, ponía algo de veneno al ataque del Milan. Brahim Díaz no remató certero una pelota que le quedó muerta en la frontal. Y así terminó el primer acto, con el Inter cerca de la final de Estambul.

Tampoco despertó el Milan en el segundo tiempo. En el partido no ocurría nada. Justo lo que quería el Inter. Hasta Maignan se dirigió al centro del campo para pedirle a Leao que apareciera. Pero no fue así. No se encontró el portugués, poco certero con la pelota en los pies.

Y Lautaro cerró la eliminatoria a falta de quince minutos. Fue él quien inició y terminó la jugada. Se la cedieron entre Dzeko y Lukaku y el argentino fue letal.

Hacía trece años que no se metía el Inter en la final de Champions. Fue en el Santiago Bernabéu. Ahora acudirá a Estambul para buscar un nuevo título europeo en su palmarés.