El fútbol no siempre es tan bonito como lo pintan y cómo todo, tiene su parte oscura. La historia de Liam Hughes desvela el lado más duro de este deporte y cuenta como no todo es fama y dinero.
Hughes tiene una trayectoria amplia en el fútbol inglés donde ha pasado por equipos como el Gainsborough, Stratford Town o Worksop, club en el que milita actualmente. Durante su carrera ha jugado contra grandes de Europa como el Manchester United en cuarta ronda de la FA Cup en 2015.
Sin embargo y por desgracia, el relato de este jugador no es conocido por lo futbolístico. Meses después de aquel partido contra el United, Hughes fue ingresado en el hospital por intentar suicidarse después de consumir una alta cantidad de antiinflamatorios.
"Estaba en un camino de un solo sentido"
"En mi cabeza estaba convencido de que lo mejor para todos es que no estuviera más. Estaba en un camino de un solo sentido hacia la tumba", confesaba el inglés en una entrevista en la 'BBC'.
Su salud mental no era buena y de la mano de los intentos de suicidio llegó la adicción a las drogas: "Empecé a beber más. Me sentía aislado y mi salud mental se derrumbó, hasta el punto de cuestionarme si quería seguir viviendo".
"Ganaba bastante bien, casi 1.000 libras semanales, y me gastaba entre 300 y 600 a la semana en cocaína. La tomaba cada día. Estaba en una espiral de autodestrucción. No dormía, así que tenía que beber para poder dormir y para poder funcionar al día siguiente tenía que volver a tomar cocaína".
Como si él no fuera ya lo suficientemente autodestructivo, Hughes sufrió una agresión por cuatro hombres mientras intentaba comprar cocaína que le dejó con costilla herida, un corte en la cara y el labio inflamado.
A pesar de las fuertes contusiones, el británico jugó con su equipo en aquellos momentos, el Darlington de la National League North y marcó un gol que le cambiaría la vida.
Volver a sentirse futbolista fue lo que le salvó, Hughes se unió a la iniciativa Sporting Chance y se rehabilitó durante un largo año.
"Un día mis hijas serán mayores y..."
"Un día mis hijas serán mayores y leerán las cosas malas que hice, pero quiero que también miren atrás y piensen 'mi padre luchó por su salud mental y contra la adicción", confesó Liam.
El cuidado de la salud mental cobra cada vez más importancia en los deportistas de élite. Por historias como esta el deporte es cada vez más consciente de lo necesario que es mantener la mente en su sitio.
Hughes pudo reencontrarse y reconciliarse consigo mismo y con el fútbol, pero precisamente su historia es prueba de que si no se le otorga la seriedad necesaria a este tema las consecuencias pueden ser devastadoras.