Lo saca a la luz La Voz de Asturias, y hay que leerlo dos veces para certificar y asumir que es verdad. Un entrenador del Grisu Femenino, P.M.F., y su pareja, A.F.G., jugadora del club, están acusados de un delito de captación de menores, posesión de pornografía infantil, vulneración del derecho a la intimidad y utilización de menores con fines pornográficos por fotografiar, presuntamente, a otras jugadoras durante la temporada 2016-2017.

Según relata la Fiscalía, la jugadora realizaba las fotografías aprovechando que sus compañeras se encontraban desnudas para después enviárselas a su pareja, el entrenador de todas ellas. Además, la futbolista llegó a tomar imágenes incluso de sus propias hermanas (una con una discapacidad psíquica de 16 años, y otra de 3 años).

Otra menor procedente de San Sebastián ha sido quien ha hecho posible que la Guardia Civil investigue al acusado tras denunciar que el técnico intentó convencerla para mantener relaciones sexuales. Una vez registrado el domicilio de P.M.F., situado en la calle Jovellanos de Oviedo, se encontró el material de contenido sexual. Días después, la acusada se presentó en el cuartel de Villablino (León) para confesar los hechos y aportar pruebas.

La Fiscalía de León pide 29 años años de cárcel para el entrenador y siete y medio para la acusada de tomar fotografías, que realizó instantáneas hasta a trece jugadoras, siendo una de ellas menor de edad.

Por último, no hay indicios de que el hombre utilizara las imágenes para comerciar con ellas o difundirlas. Cometió hasta cuatro delitos y las utilizaba para uso propio.