El Celta de Vigo sumó su primera victoria de la temporada después de vencer 2-1 al Sporting de Gijón en un partido que desniveló Iago Aspas a falta de cuatro minutos para el final al transformar un penalti muy protestada por el conjunto asturiano cometido por el central Amorebieta a Radoja.
Berizzo se encomendó de inicio a la velocidad de Pione Sisto y Theo Bongonda en las bandas para acabar con la sequía goleadora de su equipo -un solo tanto en las cuatro primeras jornadas- pero la táctica apenas resultó, ya que ambos apenas conectaron con Iago Aspas, quien sigue echando de menos el fútbol combinativo que le ofrecían la temporada pasada Nolito y el lesionado Orellana.
Cierto es que el Celta disfrutó de tres ocasiones en el arranque que pudieron cambiar el guión del choque, pero dos de ellas llegaron tras un saque de esquina, con un remate de cabeza de Cabral y otro de Hernández, y la última con un disparo desde la frontal del belga Bongonda.
Los locales tenían el balón pero no intimidaban a un Sporting que sólo sufría en la estrategia. Era un querer y no poder del Celta, ansioso por marcar pero al que le faltó un último pase para generar mayor peligro.
Y el Sporting, que apenas inquietó a Sergio, al filo de la media hora, tras un resbalón de Sergi Gómez, reclamó un posible penalti de Roncaglia sobre Borja Viguera.
El dominio celeste todavía fue más aplastante en la segunda parte, con el Sporting cómodamente encerrado en su campo esperando su oportunidad en una acción de contraataque.
Genialidad de Pione Sisto
Pero de una individualidad de Pione Sisto nació el primer gol del partido, obra del lateral Hugo Mallo.
Ese gol hizo reaccionar a Abelardo, que rápidamente movió el banquillo. Metió en el campo a Burgui y Carlos Castro para ganar protagonismo en la zona de ataque.
Su equipo continuó sin generar peligro, pero en la recta final se encontró con un penalti que el croata Duje Cop transformó.
El 1-1 era demasiado premio para el Sporting, y no porque el Celta disfrutase de muchas ocasiones sino porque fue el que más lo intentó.
Y la justicia le llegó al equipo gallego en el minuto 85, con ese penalti de Amorebieta sobre Radoja que Iago Aspas no desaprovechó para dejar los tres puntos en Vigo.