Barcelona y Valencia se citaron en el Camp Nou para disputar su primer asalto en busca de la final de la Copa del Rey. Los entrenadores no se guardaron muchas cartas en el banquillo, poniendo onces de auténticas garantías.
Desde el pitido inicial, ninguno de los dos equipos escondió sus cartas. El Barça quería agobiar, meter al Valencia en su área y dificultarle una salida en tromba que les pusiese en complicaciones.
A los 'chés' no pareció incomodarles el planteamiento culé, haciéndose fuertes con la posesión y fiando su acierto a la dupla Messi-Suárez. Atrás, contaban con escuderos de garantías sin una capacidad goleadora digna de destacar, salvo por el llegador Rakitic.
Dominio sin gol
En el Valencia, Carlos Soler, Pereira y Rodrigo eran los encargados de salir como balas a los espacios que dejaban los laterales del Barça, pero sus jugadas eran fugaces, era la paciencia y la cocción a fuego lento contra el fogonazo del Valencia.
Así se llegó al final de la primera parte, con propuestas pero sin acabar ningún plato que llevar a la boca de un Camp Nou sin mucha presencia de aficionados.
En la segunda mitad, Valverde probó con meter más ritmo a su cocina con Coutinho, cambiando a Aleix Vidal. Los datos de la posesión daban buena idea de lo que fue el partido, superando por momentos el 80% a favor del Barcelona.
1-0 y a Mestalla
Con ese dominio y la poca efectividad del Valencia a la hora de llevar a cabo sus contras, el gol del Barcelona no iba a tardar en llegar. Los cocineros, cómo no, fueron Messi y Suárez, que dejaron una conexión de tres estrellas Michelín.
Messi apuró la línea de fondo y puso un balón medido para el uruguayo en el segundo palo, que definió de manera contundente con su cabeza para poner el 1-0 en el marcador. Era el primer golpe, el esperado, un resultado merecido por lo propuesto por ambos equipos.
Ahora quedaba por ver qué pensaban hacer, si Valverde iba a bajar la presión de los suyos, si Marcelino iba a aumentar la temperatura a través de cambios... El primero en moverse fue el 'Txingurri', que metió a Paulinho en lugar de Rakitic.
Los datos, contundentes
El final del encuentro fue una sucesión de centros al área, disparos rechazados en la defensa del Valencia y una volea de Alcácer que estuvo cerca de sorprender a Domenech desde lejos.
Finalmente, el castigo no fue mayor y todo se quedó en ese 1-0 que contenta a los culés y deja abierta la eliminatoria para el Valencia, que fiará a Mestalla su futuro en la Copa del Rey.
Los datos al final del partido fueron reveladores: 73% de posesión culé, 17 tiros totales frente a cuatro del Valencia, 12 córners a tres... Un dominio que no fue arrollador, pero que eclipsó a un Valencia que no se empeñó en proponer y que fue el primer asalto de un partido de 180 minutos.