Lo que ha ocurrido en Sevilla en la noche de este miércoles es absolutamente surrealista. De ganar 2-0 al PSV, en un partido más que controlado, a caer 2-3 y quedar ya matemáticamente eliminado de la Champions League.

Para la Europa League, su competición fetiche, todavía mantiene una pequeña oportunidad. Pero el equipo de Diego Alonso no está para ninguna floritura.

El enfado en el Sánchez-Pizjuán fue tremendo. Porque la afición empezó apretando, alentando a los suyos que se habían puesto por delante con goles de Sergio Ramos y en En-Nesyri. Pero todo cambió con la expulsión de Lucas Ocampos. El argentino recibió dos amarillas en apenas unos minutos.

Y a partir de ahí todo fue a peor. Saibari y Gudelj, en propia puerta, igualaron el encuentro. Y en el descuento Pepi marcó el gol de la victoria para el PSV. Desastre total en Nervión.