El Deportivo logró reaccionar tras el descanso después de firmar un pésimo primer periodo y sumó tres puntos (2-0) ante el Málaga que le permiten acercarse a la permanencia, objetivo que los andaluces tienen también encarrilado. Un gol de Joselu en el arranque del segundo periodo y otro de Pedro Mosquera a falta de algo más de veinte minutos desequilibraron un partido que había llegado al intermedio con más pena que gloria.
El Málaga salió al césped de Riazor con línea de cinco en defensa y borró al Deportivo, incapaz de generar fútbol, de encontrar espacios, inmerso en una depresión futbolística en la que nada fluyó en el primer periodo. Mel dejó al turco Çolak en el banquillo, envió a la grada al colombiano Marlos Moreno después de dos titularidades consecutivas, y encomendó el juego a Carles Gil en el enganche, con Bruno Gama y Kakuta en los flancos.
A los andaluces, sin jugadores como Juanpi, Peñaranda o Ricca, pero con la tranquilidad que les aportaron los triunfos ante el Sporting de Gijón y el Barcelona, les bastó con presionar a Carles Gil y jugar con el reloj para deprimir a Riazor. El partido avanzó soporífero, al ritmo que permitió el Málaga, que dominó la primera parte.
Nada pasó hasta que a la media hora el venezolano Rosales probó al argentino Germán Lux con un disparo lejano que atajó el guardameta deportivista.
Solo una pérdida de Luis Hernández dio vida al Deportivo en ataque dos minutos después, pero Carles Gil, a pase de Bruno Gama, mandó el balón con rosca a las manos de Kameni. Tan decepcionada estaba la afición de Riazor con el juego de su equipo que se animó con algo que no pasaba en el verde, sino en la banda: Florin Andone, máximo goleador del equipo y desaparecido en las últimas alineaciones, había salido a calentar.
El Málaga hizo su último intento antes del descanso a los 39 minutos tras una internada de Juankar que superó a Juanfran pero no a Lux, y el árbitro no descontó ni un segundo para evitar alargar el aburrimiento del primer tiempo. Con todo, los entrenadores confiaron en los mismos jugadores tras el paso por el vestuario y la apuesta le salió bien a Mel porque en minuto y medio un centro de Luisinho con su pierna menos buena, la derecha, lo cabeceó Joselu al fondo de la red.
El gol modificó por completo el guion del partido, que pasó a estar controlado por el Deportivo. Incluso un mal control de Kameni estuvo a punto de castigar al Málaga a los 54 minutos.
El técnico deportivista introdujo el primer cambio, que fue protestado de malas formas por el jugador sustituido, Joselu Mato, cuando se cruzó con Mel en el banquillo, y poco después incorporó a Pedro Mosquera, que marcó el segundo tanto del Deportivo a falta de algo más de veinte minutos.
En el otro banquillo, Míchel trató de que su equipo reaccionara y dispuso de ocasiones para hacerlo en los últimos diez minutos, pero el larguero rechazó un potente disparo de Camacho y una chilena de Llorente se fue por encima de la portería de Lux, lo que permitió al Deportivo tener un final de partido tranquilo y sumar tres puntos que le acercan a la permanencia.