Por 'solo' 60 millones de euros el Manchester City completó el fichaje del año... y puede que del lustro. Los de Pep Guardiola abonaron la cláusula de rescisión de Erling Haaland y el noruego cambió el Signal Induna Park por el Etihad Stadium.

En Inglaterra solo hace lo que mejor sabe: marcar goles a pares. Sin embargo, su salida de la cuenca del Rhur no fue sencilla ya que desde muchos meses atrás se comenzó a elucubrar con su salida y destino.

Esa situación llegó a incomodar al propio Dortmund, que desde que el '9' se fuera ha vuelto a encontrar la estabilidad, tal y como afirma su director deportivo, Sebastian Kehl.

"Por mucho que siempre quisimos a Erling y tuvo éxito con nosotros, al final se convirtió en una carga para el vestuario, el club y todo el entorno. Se había convertido en el tema de todas las conversaciones", ha señalado en declaraciones a 'Bild'.

"Fuera del club, casi todo estaba centrado exclusivamente en él. Al final, el momento del traspaso fue el adecuado para ambas partes. Y todos estamos felices por Erling de que siga teniendo tanto éxito. Es un tipo realmente bueno", ha añadido.

EL traspaso se cerró antes de que se abriera la ventana de fichajes, aunque la incertidumbre le hizo un flaco favor al conjunto alemán: "Nos hubiera gustado tener certeza un poco antes de todo esto porque limitaba nuestra planificación. Desde el punto de vista deportivo, nos hubiera gustado tenerlo todavía con nosotros".

"Pero el tiempo pasado sin él también ofrece la oportunidad de que otros jugadores tengan más espacio y la partida de Erling representa una oportunidad para nosotros como equipo. El hecho de que nuestros primeros diez goles hayan sido marcados por diez jugadores diferentes lo demuestra bastante bien", ha añadido.

"Sabíamos qué tipo de jugador íbamos a perder y que también marcaría la diferencia en el Manchester City. Lo demuestra ahora. Sin embargo, al final estuvo bien que terminara así", ha zanjado el director deportivo.