El 28 de mayo de 2022 se vivió un auténtico caos en los exteriores del Stade de France en la previa de la final de la Champions League entre Liverpool y Real Madrid.

Robos, abusos sexuales, cientos de personas accediendo a la fuerza sin entrada... la situación no solo se convirtió en un infierno para aficionados 'reds' y blancos, sino también para las autoridades y los miembros de seguridad.

En los días posteriores al partido, al UEFA encargó una investigación independiente para esclarecer lo ocurrido y señaló a la directora de operaciones de la UEFA, Sharon Burkhalter-Lau.

La mujer se unió a la UEFA en 2002 como jefe de operaciones de la Eurocopa 2004, y desde entonces su carrera no hizo más que crecer hasta establecerse como uno de los 'gruesos' del organismo.

Sin embargo, la UEFA la culpó de "marginar" a la unidad de seguridad, cuya función es supervisar la seguridad, que curiosamente estaba encabezada por Zeljko Pavlica, el mejor amigo Aleksander Ceferin, presidente del ente.

A pesar de que la UEFA reconoció su 'responsabilidad principal', Burkhalter-Lau calificó de "completamente falsas" las acusaciones sobre que su equipo había dejado sola a la unidad de seguridad, tal y como ha desvelado 'The Guardian'.

"La afirmación de que Uefa Events... la alta dirección marginó a la unidad de seguridad de la UEFA se basa en declaraciones proporcionadas por la UEFA que eran falsas y concertadas", señaló la ya exdirectora de operaciones de la UEFA.

De hecho, Burkhalter-Lau afirmó que le había "sorprendido mucho" que la unidad de seguridad se quejara de no poder comunicarse con la policía de París antes de la final cuando solía establecer contacto directo con las fuerzas policiales.

La realidad es que Pavlica y su equipo no asistieron a reuniones vitales sobre seguridad: "Ha sido invitado a todas las reuniones del grupo de operaciones en los días previos a la final del club... sin embargo, no siempre ha asistido".

Ceferin, que fue padrino de boda de Pavlica en 2018, cerró filas en torno a su amigo y la UEFA negó la acusación de amiguismo y dijo que todos eran "profesionales probados".

De hecho, el presidente sacó pecho de su contratación: "Si trajera a la UEFA gente competente en la que confío, que sean personas trabajadoras allí... Creo que soy bastante bueno".