Por intentar llevar a cabo una acción de ayuda, acabaron saliendo perjudicados ellos físicamente. Dos ciclistas que intentaron ayudar a un jabalí a salir de un canal acabaron recibiendo el ataque del animal salvaje.

Ambos amigos se encontraban dando pedaladas por una ruta paralela a dicho canal cuando vieron a un animal en apuros arrastrado por la corriente del agua y encontraron unos metros más abajo una rampa de madera donde se pusieron a esperarle socorrerle con más facilidad.

Entonces, este se fue acercando a la salida junto a los ánimos de uno de los deportistas: "¡Muy bien!". Sin embargo, segundos antes de que se produjera el ataque se dieron cuenta de su error al reconocer de qué animal se trataba.

El jabalí subió mínimamente la rampa hasta alcanzar la pierna del hombre que estaba grabando la circunstancia. Un mordisco que fue suficiente para provocar sus gritos y el de su compañero: "¡Corre!".

Una situación rápida que acabó con el animal volviendo a caer al agua y una herida en la extremidad del ciclista por la mordedura y con las marcas de la fuerte dentadura que atesoran los jabalíes.