Se disputaba la prórroga del Pacers-Lakers en el Gainbridge Fieldhouse de Indianápolis cuando LeBron James, que estaba protagonizando un auténtico partidazo tras volver a la cancha después de su sanción por la trifulca con Stewart, estalló contra dos aficionados.

El jugador de los Angeles Lakers se dirigió a un árbitro para pedir que expulsara a una pareja de aficionados de los Pacers: "Están jodiendo aquí".

El colegiado le hizo caso a LeBron y pidió a ambos que abandonaran el pabellón. "Hay una diferencia entre apoyar a tu equipo y cruzar una línea con gestos y palabras, cosas que yo no le diría a un aficionado y que ellos no deberían decirle a un jugador", señaló James tras el encuentro.

Ahora, 24 horas después del incidente, han salido a la luz los vergonzosos comentarios que desataron la ira del jugador.

Mientras el hombre le deseaba que contrajera el coronavirus, la mujer fue más allá y se metió directamente con su hijo mayor, Bronny James.

"Ojalá tu hijo se muera en un accidente de coche mañana", le dijo la mujer, que abandonó el recinto haciendo burlas de estar enfadada y llorando.