Estos son algunos de los titulares que dejó:
“Se me exige ahora más presencia en ataque, a veces más alejado del aro. Tengo un rol que viene dado por el estilo de juego del equipo. Se requiere más anotación, y como estoy más minutos en pista, tiro más y tengo más opciones de meter”.
“El entrenador me dijo en verano que tirara cuatro triples por partido. Lo trabajé en verano, lo adapté en pretemporada, y estoy contento porque el equipo se beneficia. Facilita mucho en ataque”.
“No tengo pensado terminar mi carrera todavía. Después de la lesión vivo mucho el día a día, intento ser feliz y saborear cada momento”.
“Cierro los ojos y pienso que llevo ya nueve años en la NBA, el tiempo pasa muy rápido, hay que disfrutarlo porque esto va a más”.
“Es muy importante lo que te han inculcado los entrenadores que has tenido. Cuantas más herramientas tengas, más opciones de jugar. La ambición siempre te hace ser un poco mejor”.
“Vivir el All Star es una experiencia muy bonita. Este año ha sido duro y ahora vuelvo a estar a un nivel alto, sin que el pie sufra, sin tener dudas. La convicción de que podía volver a mi nivel después de la lesión me enorgullece, y también a la gente que ha estado a mi lado cuando las cosas no iban bien”.
“A mí me cambió la vida conocer a mi mujer, porque decidí cambiar mi forma de ser y ordené mis hábitos. Ahí empezó todo”.
“La madurez de un jugador va creciendo, el club también te ayuda, y para ser mejor hay que mejorar también tu físico”.
“Lo más importante para mí es que mis compañeros piensen que soy el mejor y no piensen en otro jugador antes que en mí. La gente un día pensará que eres el mejor, y otro día que no. Lo mejor es lo que piense la gente que trabaja contigo, lo demás no afecta directamente a tu trabajo”.
“Ojalá pueda estar en el Europeo. Me haría mucha ilusión después de dos años sin poder estar”.