El pasado domingo, día en el que Kobe Bryant falleció en el accidente de helicóptero, Kyrie Irving estaba desolado Decidió no jugar ante los New York Knicks, en "uno de los momentos más difíciles" de su vida. Kobe y Kyrie eran grandes amigos. El que fuera jugador de Los Angeles Lakers se convirtió en su mentor en el pasado.

"Le pedí ayuda hace unos cuatro o cinco años, cuando creía que no estaba listo para ser un aprendiz. En algunos textos ancestrales dicen que cuando el estudiante esté listo, el maestro aparecerá. Y con Kobe tuve ese tipo de relación en la que podía pregunarle lo que sea, sin importar si me ponía nervioso. Él era alguien a quien era fácil acercarse", relató Irving tras un encuentro en el que anotó 20 puntos y repartió 5 asistencias.

Justo antes del arranque, durante el emotivo homenaje, el base de los Nets no pudo contener las lágrimas. Miraba hacia arriba, hacia el videomarcador donde se sucedían las imágenes de Bryant, mientras las lágrimas le caen por su rostro. "Siempre ha sido mi ídolo", ha señalado en más de una ocasión.

"Cuando estás tratando de dejar un legado o una huella en un deporte, eso lleva muchos sacrificios. Vendrá mucho odio, vendrá mucho amor, tienes que crear un balance en tu vida. Y él dejó un montón de enseñanzas, yo las llamo migas de pan, y yo las seguí a todas. Seguí a cada una de ellas. Eso probablemente enfoca la persona que soy hoy, por haberle escuchado, por haberle hecho preguntas para saber qué era lo que él estaba tratando de crear. Vi lo que él generaba y yo quería la misma estructura", indicó.