El Barcelona sigue sin poder encontrar en Europa el juego que le llevó a conquistar la Copa del Rey y ante el Zaligiris de Sarunas Jasikevicius sumó su quinta derrota consecutiva (90-74) en la Euroliga y la séptima en los ocho últimos partidos jugados en competición europea.
El equipo de Svetislav Pesic fue barrido de la pista por un rival liderado por el canadiense Kevin Pangos (18 puntos) y Axel Toupane (21 puntos) que aprovechó la pésima defensa de los azulgranas para llevarse un triunfo que le mantiene con opciones de acabar entre los cuatro primeros de la fase regular.
Pesic sigue sin conseguir trasladar a la Euroliga el juego y sobre todo la mentalidad que llevó a sus hombres a triunfar en la Copa del Rey y el equipo sigue sin romper con los fantasmas de su pasado reciente en Europa Los azulgranas fueron muy blandos bajo su tablero -12 rebotes ofensivos para el Zalgiris- y perdieron 16 balones, lo que les dejó sin opciones ante un rival que tuvo más clara a qué quería jugar.
Si a ello se une que Heurtel pasó completamente desapercibido y que la defensa apenas existió, competir contra los lituanos fue imposible. Pierre Oriola, con 18 puntos, fue su mejor jugador. Los azulgranas no encontraron su ritmo de juego desde el salto inicial debido a sus problemas para cerrar el rebote defensivo y parar los contragolpes de los lituanos que con un cinco de pocos centímetros corrió siempre que pudo.
En Euroliga, otro Barça
Adam Hanga era el único de los azulgranas entonados en el arranque del choque, pero eso no le bastaba a los azulgranas. El acierto del base Kevin Pangos y Antanas Kavaliuskas llevó al Zalgiris a dominar el marcador (15-9, min. 8) y solo el acierto de Petteri Koponen evitó que fuera que la cosa fuera a más (19-15).
Los triples de los lituanos fueron definitivos para que el equipo de Sarunas Jasikevicius fuera ampliando la diferencia a medida que transcurrían los minutos con Micic y Milaknis anotando demasiado facil desde la línea de tres puntos (27-19, min. 13).
El Barcelona no encontraba el juego coral que le llevó a conquistar la Copa y su escasez anotadora se prolongó durante el segundo período, dependiendo en demasía de la inspiración puntual de Víctor Claver o Pierre Oriola. El Zalgiris rentabilizó los numerosos errores de los azulgranas y poco a poco fue ampliando la diferencia hasta llegar a los 13 puntos de renta (44-31, min. 19).
Un triple de Ribas puso un 44-34 al descanso. Svetislav Pesic se quedó sin Adrien Moerman, conmocionado tras un golpe en la cabeza al chocar con Micic en el segundo cuarto, lo que le llevó a perder aún más poder reboteador. El acierto de Axel Toupane puso a los lituanos en su máxima ventaja en los primeros compases del tercer cuarto (51-36, min. 22) sin demasiados problemas ante un rival que jugaba sin consistencia.
Oriola y su orgullo no fue suficiente
Reaccionó el Barça con Tomic y Oriola para dejar la diferencia por debajo de los nueve puntos (53-44, min. 24), pero los problemas defensivos seguía sin resolverlos y un parcial de 10-0 para los lituanos dejó el partido sentenciado (63-44, min. 27).
El octavo triple del Zalgiris, conseguido por Ulanovas amplió la diferencia hasta los 20 puntos (68-48, min. 29) y convirtió el último cuarto en un trámite en el que el Barcelona sacó fuerzas para evitar el ridículo.
Pierre Oriola consiguió contagiar su orgullo al resto de sus compañeros cuando Toupane puso al Zalgiris en su máxima ventaja a dos minutos de la conclusión (86-65) y el Barcelona consiguió reducir la diferencia final hasta los 16 puntos.