Brendan Fraser, uno de los actores más populares a finales de los 90, sufrió dolorosos altibajos a lo largo de su carrera, pero este domingo vivió un día para el recuerdo en el Festival de Venecia, aplaudido por su papel en 'The Whale' dirigida por Darren Aronofsky.

"Simplemente estoy intentando aguantar hoy. Gracias por esta maravillosa acogida, deseo que esta película cause la misma profunda impresión que provocó en mí", confesó visiblemente emocionado el actor estadounidense durante la presentación.

Un proyecto que parece haber convencido en Venecia, donde el actor fue ovacionado durante seis minutos por el público. Sin duda, un gran momento que provocó que Brendan no pudiese contener las lágrimas, mostrando su agradecimiento por el recibimiento.

'The Whale', la nueva película de Brendan Fraser

'The Whale', basado en la homónima obra teatral de Samuel D. Hunter, es la historia de Charlie, un profesor de inglés que tras la muerte de su novio empieza a engullir comida basura en un intento de anestesiar su dolor.

Su vida transcurre tirado en el sofá con 266 kilos de peso, conectado al inhóspito mundo exterior solo por las clases que imparte desde su ordenador, mientras la muerte asoma por su debilitado corazón. Sin embargo, Charlie alberga un último deseo: reconstruir la relación con su hija adolescente, Ellie (Sadie Sink), de la que se separó al abandonar su hogar para empezar la relación con un hombre.

De este modo, la casa en la que viven enclaustrado se convierte en el escenario de un emocionante duelo dramático con su hija en un intento de hallar la salvación antes del fin.

Aronofski eligió a Fraser después de verlo por casualidad en el tráiler de una película brasileña de bajo presupuesto y en 2020 empezaron a rodar con todas las precauciones, dado que la trama transcurre en una única localización, la casa, y tiene solo cinco personajes.

El resultado es una tierna historia de redención, una alerta sobre los prejuicios para la que Fraser, a sus 53 años, ha tenido que trabajar duramente hasta conseguir el aspecto que requería su personaje, gracias también a la prótesis de una barriga de 130 kilos de peso.

"Tuve que aprender a moverme de un modo nuevo, desarrollé músculos que no sabía que tenía, sentí vértigos al final de la jornada cuando me quitaban la prótesis por una sensación ondulante como cuando bajas de una góndola en Venecia", rememoró.

Pero Charlie, el personaje "más interesante" de su trayectoria, es en realidad "un rayo de luz en un lugar oscuro". El actor estadounidense, uno de los más populares de los últimos años 90 por papeles como 'George de la jungla' o la trilogía 'La momia', sabe bien lo que significa el abandono y el dolor como emblema de los "juguetes rotos" de la industria.

Vuelve tras superar momentos complicados

A su juventud dorada precedió a un abrupta decadencia que empezó por una serie de lesiones causadas por las acrobacias de aquel Tarzán patoso que se negaba a recurrir a dobles y que, al final, le obligaron a pasar por el hospital y a aparcar su carrera.

Luego, en 2017, llegaría su doloroso divorcio de su esposa, Afton Smith, así como la depresión por el acoso sexual que sufrió, según denunciaría él mismo públicamente, por parte del expresidente de la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood (HFPA) Philip Berk.

Ahora, Fraser desfila por la alfombra roja de uno de los festivales de cine más importantes del planeta. Por el momento, su nombre ya figura en las quinielas para ganar un premio en Venecia y hay quien le ve en los Óscar, si bien él prefiere no lanzarse a vaticinios.

"Mi bola de cristal se rompió y desconozco qué sucederá en el futuro", atajó a las preguntas de la prensa.