"Un día me aburría en mi casa y me dije 'me voy a grabar friendo un huevo', y aquí estamos". Así comenzó la carrera en redes sociales de Inés Rodríguez, pedagoga, canaria y residente en Madrid, a quienes muchos puedan conocer más por su nombre en redes sociales: Inusu_al.

Con parálisis cerebral desde que nació, hace unas semanas se hizo viral un vídeo suyo contando lo poco que le gusta que le llamen "campeona" por la calle, algo que, según nos cuenta, le ocurre varias veces al mes. Ahora, más de 150.000 personas siguen su cuenta, a la que le llegan agradecimientos de otras personas con discapacidad y de padres con hijos discapacitados.

"Sobre todo me dan las gracias por visibilizar, por mostrar las adaptaciones que cada uno necesita en la vida y que no pasa nada, que hay que tirar para adelante", cuenta.

No es un fenómeno aislado. Como Inés, muchos jóvenes con discapacidad muestran su día a día en redes sociales. Como Alejandro Bocija, a quien su lesión medular adqurida no le impide disfrutar de los videojuegos; o Marta Bustos, quien perdió casi toda la visión en un accidente doméstico con sosa cáustica.

En sus vídeos, además de pedagogía, visibilizan otras realidades que pueden ayudar a muchos a encontrar referentes que no tienen en su entorno. Porque las redes también pueden ser un lugar de encuentro maravilloso.