El escándalo sexual destapado en torno a Harvey Weinstein ha provocado una cadena de denuncias de artistas de todo el mundo sobre los abusos a los que aseguran haber sido sometidas como precio para conseguir la fama. El último capítulo de esta polémica lo ha protagonizado la artista Kaya Jones, con un impactante testimonio sobre el acoso sufrido durante años en la banda Pussycat Dolls.

"La verdad, no estábamos en un grupo de chicas, formábamos parte de una red de prostitución. Cantábamos y tuvimos fama, mientras que los que nos poseían ganaban los dólares". Así lo ha relatado la cantante en un conjunto de mensajes difundidos a través de las redes sociales denunciando los abusos sexuales a los que fue sometida por mánagers y ejecutivos de las discográficas a cambio de hacer sus sueños realidad.

Kaya Jones asegura que dejó el grupo a raíz de estas prácticas traumáticas a las que se sometía a las integrantes del grupo, sobre lo que aseguró que "para formar parte del equipo, se debe ser un jugador de equipo y acostarte con quien te digan. Si te niegas, te echan".

La cantante revela que, durante los doce años que estuvo en la banda, les amenazaban para no revelar nada de lo ocurrido, pero ahora, a pesar de las presiones, ha decidido contar la dura experiencia: "Intentaron ponernos en una lista negra, pero teníamos el apoyo de los fans, ya no somos niñas".

Finalmente, la artista denuncia que se está viendo que no es un caso aislado en el mundo del espectáculo, en el que afirma que "todos sufrimos abusos. A mí me amenazaron con acabar con mi fama y con mi carrera".