En el caso Harvey Weinstein, las víctimas ya se cuentan por decenas. El magnate y productor de la meca del cine repitió durante años el supuesto acoso a actrices y asistentes. Cada vez se conocen más detalles de esas situaciones comprometidas que llevarían décadas produciéndose.

Hace 20 años, la actriz Ashley Judd se sintió acosada en una habitación de hotel por el productor. Según su testimonio, le recibió desnudo en albornoz y pidió a la intérprete que le diera un masaje o que le observara cuando se duchaba.

El mismo modus operandi se repite, según sus testimonios, con otras artistas. A Rosanna Arquette, además de pedirle el masaje, la agarró la mano tirándola hacia su zona íntima.

Con apenas 21 años, la actriz italiana Asia Argento también fue forzada por Weinstein. Ahora cuenta que la obligó a practicar sexo oral.

Según sus testimonios, Weinstein ejercía el abuso de poder y se servía de sus contactos en Hollywood para chantajear a las aspirantes a trabajar en el mundo del cine o de la moda.

Así actuó con la modelo Ambra Battilana tan solo un día después de haberla acosado. Ella misma grabó la conversación.

El caso Weinstein escandaliza a la industria del cine. Directores, actrices y personajes públicos se suman a las condenas por haber callado durante años.

Weinstein ha sido expulsado de su empresa y la Academia de Hollywood se reunirá de forma extraordinaria para determinar qué medidas se tomarán contra el productor.