Les daríamos los buenos días, las buenas tardes o las buenas noches. Pero hoy ha muerto Forges y, como dijo el genio en una ocasión, nos van a acusar de manipuladores. Todos tenemos un Forges en la cabeza. Esa viñeta que nos impactó en su momento y que ahora no podemos olvidar.
Sus ilustraciones han sido impresas en libros, postales y hasta tazas. ¿Por qué esa afición por el viñetista? Porque al poco tiempo de conocer su gran mano para retratar la actualidad descubrimos que nos dibujaba a nosotros, a la sociedad española y sus problemas.
También usaba el lápiz para bromear con el hijo que pensábamos que nunca se iría, con ancianas tecnológicas, amas de casa y funcionarios. Y todo ello sin humillar en ningún momento a nadie. Es el resultado de toda una vida dedicada a una pasión de mirada crítica que nos hizo reír en innumerables ocasiones. Un hombre 'formideibol' que solo puede recordarse con sonrisas.
Se abre con algunos cambios
Notre Dame, la catedral renacida: los colores que los siglos habían borrado vuelven tras su reconstrucción
Lo más llamativo de esta nueva Notre Dame es su luminosidad y el regreso de un color que los siglos habían borrado. En el exterior, las gárgolas dañadas por las mangueras que querían detener las llamas ya han sido reparadas.