Forges ha sido uno de los grandes iconos del humor gráfico español desde los años 60. Quizá el más grande de todos, incluso, sin considerarse un buen dibujante.

Su padre siempre le dijo: "Que se reconozcan tus dibujos a 15 metros". Y eso hizo, sin ser un maestro del trazo, creó un estilo original y único.

Tanto como sus personajes: 'Cosma' y 'Blasa', el prototipo de facha dibujado ya en tiempos del franquismo; o su clásico 'Blasillo', el reflejo autoreflexivo del español de a pie. Sin olvidar a los náufragos de 'Forges' o del matrimonio de 'Concha y Mariano'.

Todo empezó cuando hacía dibujos en sus ratos libres trabajando en televisión. Jesús Hermida fue su padrino. En el 'Diario Pueblo' empezó un Antonio Fraguas que eligió su nombre artístico cambiando su apellido al catalán.

Sus viñetas han llegado a convertirse hasta en sellos de Correos. Fue capaz de enseñarnos la historia de España con sus particulares dibujos o de inventar palabras como 'muslamen' o 'bocata'.

Forges fue genio hasta sin quererlo. Sus viñetas no solo eran su vida, serán para siempre el reflejo satírico de todo un país.