El fundador, vocalista y compositor de la banda Extremoduro también ha obviado que el subtítulo de la tercera parte de la gira "Bienvenidos al temporal" reza "Nadie se baña dos veces en el mismo río" porque es la segunda vez en lo que va de año que se le ve por la capital.

Las aguas del WiZink Center, eso sí, son menos íntimas que las del Teatro Circo Price pero le han servido a Robe para navegar con soltura por los temas de sus dos trabajos en solitario, "Lo que aletea en nuestras cabezas" (2015) y "Destrozares.

Canciones para el final de los tiempos" (2016), ante unos fieles que vuelven a rendirle culto. En las gradas y en la pista, muchas camisetas de Extremoduro, enfundadas por quienes tenían claras dos cosas: que no iban a saltar sin parar con la cerveza en la mano y que usar el móvil estaba terminantemente prohibido.

La cita "a solas" con "el Robe" ha arrancado con un violín que anunciaba que "El cielo cambió de forma" y ha seguido con "Querré lo prohibido", tras un saludo muy breve del protagonista de la noche. "Esta canción no va de fistros pecadores ni de pecadoras", ha dicho el cantante antes de interpretar "Por ser un pervertido", como un claro guiño en recuerdo del recién fallecido Chiquito de la Calzada.

Después, el de Plasencia ha dado rienda suelta a una de las canciones más sentimentales de su último trabajo, "Donde se rompen las olas", seguida de "Hoy al mundo renuncio". Al hilo de una confesión tan pesimista como tajante, Robe ha querido dedicar su "Nana cruel" a "uno de esos niños refugiados" que mueren ahogados cada día en el Mediterráneo: "Va por ellos", ha recalcado.

Pero la delicadeza del momento se ha esfumado con una clara sentencia sobre "el asunto de los móviles": "Veo que algunos estáis empeñados en grabar. Solo os pido que no molestéis a nadie y que no me enfoquéis a mí como antes he visto hacer a uno porque me voy a la calle, cojo un saco de piedras y a alguno le doy", ha advertido el músico.

Tras un una parada de 20 minutos para "beber, fumar o lo que sea", como las que son habituales en las actuaciones de Extremoduro, han sonado los acordes de "Extramaydura", uno de los himnos de esa mítica banda, fusionado en el directo con otro tema de los que Robe alumbró el pasado año, "Cartas desde Gaia".